Respecto a los tipos de tintes de cabello y sus derivados hay mucho de marketing en su venta, por lo que hay que tener cuidado ya que a veces resultan engañosos y «dan gato por liebre». En mi propio salón me he encontrado con clientes a los que les han vendido un tinte como tinte vegetal y era un tinte en toda regla. Por esto siempre recomiendo que sigáis el consejo de un profesional.
- Químicos (artificiales hechos en laboratorio)
- Naturales (extractos de tierras o plantas)
Tintes Químicos:
divididos entre baños de color o «vegetales» y tintes de oxidación
Tintes de oxidación:
Baños de color de oxidación:
- Dentro de los colores artificiales existen los más efímeros y totalmente inofensivos, duran sobre un lavado y son: tizas de colores, spray o los típicos «plises» que simplemente «manchan» el pelo y no son de oxidación ni se mezclan productos químicos.
- Las mascarillas de color, también son solo pigmentos (químicos) y tampoco se mezclan con el oxidante. Duran varios lavados.
- Hasta una gran variedad de baños de color donde se sí se mezclan pigmentos con el oxidante de diferentes fuerzas. Tiene una penetración media sobre el cabello. De duración sobre un mes el reflejo, estos sí dejan un suave efecto de raíz al crecer pero mucho menos que el tinte.
- También incluimos aquí los baños de color de fantasía (rojos, azules, rosa,…) – estos tonos son solo pigmentos y tampoco dañan al cabello, pero para que sean visibles el cabello debe estar súper decolorado (casi blanco) y la duración depende de la marca, llegando incluso a varias semanas, aunque va perdiendo tono progresivamente.
Los tintes super – aclarantes de oxidación:
Son los tintes de oxidación especiales para aclarar el cabello al máximo, llegando a los rubios muy claros.
Funcionan como los demás tintes, la diferencia es que el revelador con el que se mezcla es de mucha fuerza y como el color es tan claro la cana queda prácticamente al aire. En estos tintes es muy importante no superar el mes entre dos coloraciones.
Decoloración:
Es el producto que más se utiliza para decolorar un cabello ya teñido o virgen y conseguir tonos más claros que el nuestro, de súper rubios hasta blancos, es un producto que no tiene pigmentos, al contrario, los quita del cabello y tampoco tapa las canas (no es necesario la prueba de alergia).
Es de los productos químicos de la peluquería que puede sensibilizar más el cabello, sobre todo si buscamos el máximo aclarado, aunque también los hay sin amoniaco más cuidadosos. En la decoloración la frecuencia no puede superar en ningún caso las 4 semanas.
Leyendas urbanas sobre el cabello:
- Poner un tinte claro para aclarar otro tinte oscuro anterior: En estos casos el color oscuro no se aclara, para aclarar un tinte oscuro, sobre todo los negros hay que hacerlo con decoloración, en caso contrario el tinte oscuro se quedara igual.
- Muchas veces, sobre todo quien es aún profano en el mundo del color e inicia sus primeros pasos, pide un «baño de color o vegetal rubio» que se vaya con los lavados. Evidentemente esto es imposible, hay que teñir o decolorar para conseguir colores claros ya que como dijimos antes, los baños solo actúan sobre el tono natural o hacia más oscuro.
- Una vez al mes: se recomienda reponer los tintes de oxidación al mes. Sobre todo si son más claros que tu raíz, ya que si se tarda más, el color queda a franjas, siendo el tono más claro el que está más cerca de la raíz. Esto se debe el calor corporal que activa más el tinte y actúa sobre el más cercano y a partir de mas o menos 1 centímetro el calor corporal deja de influir, que es justo lo que ha crecido en un mes. Si el color que pones es más oscuro que en tuyo, esto no sucede porque no vas a aclarar tu raíz, aún así es conveniente que excedas el tiempo entre dos colores para conseguir el tono deseado.
- Se me «cae» el tinte: el tinte no se cae. :-) Si es cierto que los reflejos se pierden con los lavados, pero la alteración de color en el cabello se mantiene mientras no lo cortemos o apliquemos otro color encima.
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